Esta primavera-verano la industria redefine y amplía el significado de ‘gráfico’. Empleado para describir diseños geométricos, a menudo en blanco y negro, esta temporada la pasarela da un nuevo concepto a esta palabra en cuanto matices y formas.

El color toma la calle, siendo el rojo uno de los tonos que domina la paleta gráfica. Combinar una blusa estructurada y de carácter femenino en este color con un pantalón blanco y unos elegantes zapatos negros se concibe como la mezcla justa y moderna que mantiene la esencia arquitectónica sin caer en excesos.

A excepción de la opinión de minimalistas y amantes de los looks monocromáticos, los zapatos bicolor son, sin lugar a dudas, el toque perfecto para elevar el conjunto. Aquellos acabados de punta en blanco y negro son la apuesta ganadora ahora que el termómetro marca una buena temperatura.

Aunque si hay algo que define la entrada de la nueva estación son los estampados florales. En esta ocasión, con una fuerte esencia femenina y tejidos que se ajustan al cuerpo, algo que dota a la prenda de un carácter más urbanita.

Sin embargo, y para las más tradicionales, siempre está la ocurrente opción del estampado de rayas en el clásico combo blanco y negro. Una idea sencilla que bien combinada, en forma de bolso, llega a ser epatante.

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